El hábito de la creatividad

Pato para el Taller de Innovación 🚀 de SCV
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Cuántas veces se ha dicho que la creatividad llega en el momento menos esperado, que es algo repentino, fugaz, como una chispa en la noche, imposible de ser atrapado. Pero, entonces ¿cómo disponemos de la creatividad para el trabajo diario? ¿Con qué confianza nos comprometemos a resolver problemas que requieren, inevitablemente, soluciones creativas? ¿Y si se pudiera ejercitar esa habilidad para poder disponer de ella de una manera consistente?

Encontrar nuevos patrones

¿Para qué necesitamos creatividad? Edward De Bono, el autor de Seis sombreros para pensar, quien plasmó el concepto “pensamiento lateral”, lo resume así: “Necesitamos creatividad para romper las estructuras que se han establecido por una secuencia particular”.

De alguna manera todos sus ejercicios proponen insertar elementos por afuera de la lógica evidente y tratar de conectarlos luego en una solución posible. Por ejemplo: si el problema propone “armar una lista de cinco letras, comenzando por las letras a, b y c” la primera solución que se nos viene a la mente es “a, b, c, d y e” porque el planteo parece tener el orden alfabético entonces intentamos seguir la estructura, sin embargo, “a, b, c, x y z” también cumple la premisa, e incluso la cumple “a, b, c, ε y я”, Estas soluciones son más inusuales o creativas porque “crean” un patrón diferente. No es una solución superior, de la misma manera que lo creativo no siempre lo es.

Algunas técnicas que propone De Bono son el famoso brainstorming, o los “sombreros” o roles para forzarse a ver el problema desde otra perspectiva, así un sombrero hace que quien lo esté usando solo pueda proveer datos y otro sombrero hace que quién lo esté usando solo pueda comunicar sentimientos o intuición. A mi entender esta técnica es demasiado histriónica o performática para usarse de manera práctica.

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Es mejor tener muchas ideas aunque algunas sean equivocadas a tener siempre razón por no tener ninguna idea - Edward De Bono

Otra técnica, que es la más polémica (y a mi entender la que da mejores resultados), se llama Po y consiste en lanzar una afirmación provocativa y, por lo general, absurda. Por ejemplo, para encontrar una solución creativa al problema “evitar que se me mojen los pies cuando llueve” el Po podría ser “las botas se usan en las manos”. Esa idea no será usada en la propuesta de resolución final sino que puede analizarse para tomar como inspiración para llegar a nuevas ideas. ¿Qué característica tendría llevar botas en las manos? Que no podría abrir la puerta, por lo tanto me tendría que quedar bajo techo; que los guantes los podría usar en los pies en un tipo de calzado que separe los dedos; que no dejaría huella; que puedo caminar por el techo; que mis botas se lucirán más; que ensuciaré con barro el escritorio; que puedo andar descalzo; etc. Esta serie de ideas completamente adyacentes se insertarán en el conjunto de posibles soluciones, de la misma manera que ε y я se insertaron en el primer ejemplo, y que dependerá de la creatividad encontrar como enlazar para formar una estructura, pero que terminará por dar una solución inusual.

Esto separa el proceso en dos partes: la introducción de elementos inesperados primero y tratar de conectarlos a lo razonale y útil luego. Esa es la mayor crítica que se le puede hacer a esta manera de entender la creatividad: genera demasiados elementos random, es más parecido a tratar de acertar a un blanco con una ráfaga de ametralladora que con un rifle de precisión.

El factor que sí es admirable de las técnicas de De Bono es el énfasis en no juzgar las ideas en la primera etapa, no solo porque es valiosa la variedad más que la calidad, sino porque genera un entorno donde las ideas creativas son bienvenidas. Es aquí donde empezamos a encontrar el corazón del hábito de la creatividad.

Apofenia: ver lo que otros no ven

Apofenia es encontrar patrones donde otros no pueden verlos, a menudo suele confundirse con la pareidolia, que es cuando se perciben formas familiares en cosas aleatorias, como una cara en una nube. La diferencia es que la pareidolia es una confusión, el patrón no está allí. La apofenia es un verdadero descubrimiento, la pareidolia es una ilusión.

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El cerebro humano tiene gran facilidad para imaginar gestos y emociones con apenas algunes detalles ordenados para que parezcan un rostro

Serendipia: algo más que suerte

A todos nos ha pasado esto: estar buscando algo y, de repente, encontrar otra cosa increíble que ni sabíamos que necesitábamos. Eso se llama serendipia, esos momentos donde el descubrimiento ocurre por accidente. Son geniales, pero no se puede depender solo de ellos para ser creativo. Los momentos de serendipia son la excepción, no la regla.

El Efecto Caja Negra

La creatividad, muchas veces, se siente como un “efecto caja negra”. Se sabe que está ahí, que funciona, las ideas aparecen, pero no se entiende cómo. Se ven los resultados, pero no el proceso. Para muchos, es como si las ideas salieran de la nada. Pero la verdad es que, con el hábito adecuado, se puede abrir esa caja negra y entrenar el cerebro para generar ideas con más frecuencia.

¿Se puede crear el hábito de ser creativo?

Claro que sí. Como cualquier otro hábito, la creatividad se puede practicar. Muchos piensan que se necesita una gran inspiración para ser creativo, pero en realidad, las mejores ideas a menudo surgen del esfuerzo constante. Es importante quitar impedimentos al fluir de las nuevas ideas. Como ya se sabe al hacer brainstorm no se pude juzgar ninguna idea en el momento, simplemente anotarla y seguir adelante. Esta actitud de apertura mental es indispensable y ejercita el músculo de la creatividad.

Trabajar con personas que piensan de manera diferente, que se animan a experimentar y a romper con lo establecido, ayuda a estimular el pensamiento creativo. Al final, la creatividad es tanto el producto de una mente curiosa como de un entorno que favorece esas ideas.

Estar cerca de personas creativas te hará más creativo

Ser creativo de forma constante no es fácil, pero es posible. Como decía Edward De Bono, ser creativo implica aprender a romper con lo establecido y ver el mundo de nuevas maneras. La creatividad no es solo cuestión de inspiración, también es el resultado de poner en práctica ciertas rutinas y hábitos.

Así que, si lo que se busca es ser más creativo, una excelente estrategia es rodearse de personas que ya lo son. Tal como dice James Clear, el entorno tiene un impacto enorme en el desarrollo de cualquier hábito. Rodearse de mentes creativas hará que, casi sin darte cuenta, empieces a ver el mundo con otros ojos y generes tus propias ideas.


Ver suceder el hecho creativo es… mágico

Paul McCartney compone Get Back

https://www.youtube.com/watch?v=X94t4hTajCc